Angie Dickinson, una de las primeras mujeres en interpretar a una policía en TV

Angie Dickinson siempre pensó que sería escritora o periodista puesto que su padre era el editor del diario de Kulm, en Dakota del Norte, su ciudad natal. Cuando ella tenía 11 años la familia se mudó a California.

Al terminar sus estudios, mientras trabajaba en una fábrica aeronáutica, decidió presentarse en un concurso de belleza. Se anotó el último día y sacó el segundo premio. Luego ganó en una cantidad de concursos de belleza y también en el que organizó la NBC. Ese premio incluía un pequeño papel en una película y así comenzó todo.

Leé también: Christine Baranski, la elegante y sofisticada actriz de “The Good Wife” que se multiplica en la pantalla

Al pincipio, tuvo papeles menores en unas cuantas producciones, pero su gran oportunidad fue Río Bravo, de Howard Hawks, donde compartió cartel con el ídolo de su infancia, John Wayne (aunque terminó disgustada con él). A partir de entonces, Angie Dickinson se convirtió en una figura de Hollywood y trabajó con directores importantes como Sydney Pollack, Samuel Fuller y Gus Van Sant.

Trabajó con Richard Burton y fue la esposa de Frank Sinatra en Once a la medianoche. Trabajó con Lee Marvin en la primera película que se hizo en Alcatraz: A quemarropa. Fue golpeada por su novio, Ronald Reagan, en la última participación como actor del futuro presidente.

En La jauría humana, de Sam Spiegel y Arthur Penn, trabajó con Marlon Brando, Robert Redford, Jane Fonda y Robert Duvall. Incluso una participación breve como la que Dickinson hizo en Vestida para matar, de Brian De Palma, se volvió legendaria.

A esa altura Angie Dickinson ya era una actriz respetada por la industria y pronto sería verdaderamente famosa y amada por el público. Había participado como estrella invitada en un episodio de la serie Police Story y su aparición fue tan celebrada que la NBC decidió producir para ella una serie de detectives llamada La mujer policía. No era la primera vez que se probaba esa idea; hubo dos casos anteriores que no prosperaron.

La sargento Leann “Pepper” Anderson fue la primera policía mujer que se convirtió en un éxito internacional; la serie se proyectó en más de setenta países. Dickinson tenía más de cuarenta años en 1974, cuando comenzó el programa, pero el mundo la consideró una indiscutible sex-symbol de primera clase.

El coprotagonista era Earl Holliman como el sargento Bill Crowley, con quien tenía una excelente relación y buena química. La sargento Pepper solía trabajar como policía encubierta, con diversos disfraces que le servían para atrapar al delincuente: desde una dama de la noche hasta una presidiaria. El programa se sostenía con hidalguía ante la corriente de detectives de la época, como Kojak, Baretta, Columbo o los de Las calles de San Francisco. El éxito de La mujer policía trascendió las mediciones usuales.

El programa abrió una puerta al género que se enriqueció con personajes como La mujer biónica, Los ángeles de Charlie o La Mujer Maravilla. A lo largo de los años la tendencia prosperó con Cagney & Lacey en los ochenta, Prime Suspect con Helen Mirren en los noventa y Mariska Hargitay en Law and Order hasta hoy. Solo por nombrar algunos ejemplos.

Leé también: Joe Pesci, el actor gracioso y aterrador que se educó en la escuela de la calle

Angie Dickinson (nacida Brown) tomó el apellido de su primer marido, el jugador de fútbol Gene Dickinson. Tuvo amores esporádicos con Frank Sinatra y se casó con Burt Bacharach. Estuvo casada con él más de quince años.