Antes de la exposición del presidente Javier Milei en la Asamblea General de Naciones Unidas en la Casa Rosada, anticipaban que haría una crítica a China, pero finalmente no ocurrió. Ese cambio fue una primera señal del posible giro en la relación bilateral que empiezan a evaluar en el Gobierno con el foco en la cuestión financiera y comercial.
Milei había criticado durante la campaña la relación con China y lo incluyó entre los países «comunistas» con los que no tendría relación. Se sabe que moderó esa postura desde que asumió el Gobierno, principalmente por la importancia que tiene el «swap» de monedas para las reservas del Banco Central, que el gobierno de Xi Jinping ya le renovó una vez.
No obstante, la relación bilateral nunca dejó de estar en una especie de limbo, tanto por las características del propio Milei como por cosas más concretas, como la paralización de la «mega obra» con financiamiento chino en las represas de Santa Cruz. Por eso la omisión de una crítica que varios esperaban durante el discurso en la ONU fue un gesto sutil de distensión y ahora podrían seguirle otros.
Por un lado, la secretaria general de Presidencia, Karina Milei, evalúa viajar a Shangai para asistir a una feria mundial de importaciones, según confirmaron fuentes de Casa Rosada a iProfesional. Por el otro, el Gobierno tiene previsto avanzar con el trámite administrativo que permitiría reanudar las obras en las represas.
Javier Milei y la relación con China: el posible viaje de Karina Milei y su rol diplomático
La influyente hermana del jefe de Estado fue invitada a participar de la Exposición Internacional de Importaciones que tendrá lugar en Shangai en noviembre próximo. Todavía no confirmó su asistencia, según las fuentes consultadas, pero el convite está en la agenda.
«Es un evento privado«, aclaran en Casa Rosada para que se entienda que nada tuvo que ver el gobierno de Xi y que, de concretarse, la visita no tendría carácter oficial. No obstante, nadie representa más directamente al Presidente que Karina Milei, quien además en los últimos meses tomó mucho control sobre las relaciones diplomáticas.
La hermana presidencial ejerce una especie de intervención sobre la Cancillería que encabeza Diana Mondino, siempre rodeada por versiones de recambio. En los últimos meses, fue personalmente a la embajada de Francia para disculparse por un comentario de la vicepresidenta Victoria Villarruel y también asistió a la de China, donde fue recibida por el embajador Wang Wei.
Pero además, Karina Milei asumió para sí funciones concretas en cuanto a las relaciones comerciales al poner bajo su órbita la Fundación Argentina para la Promoción de Inversiones y Comercio Internacional, que dependía de Cancillería.
Por todo eso un eventual viaje de la secretaria a China para asistir a un evento sobre importaciones sería un gesto político importante para la relación bilateral, aunque no tenga carácter de visita oficial. Y aunque en la Casa Rosada lógicamente cuidan ese detalle -que no es menor en la diplomacia- también destacan que «China se mostró muy interesado en la relación con Argentina».
De hecho, durante la Asamblea General de la ONU, Mondino mantuvo una reunión con su par chino Wang Yi. Karina Milei la acompañó, junto al ministro de Economía, Luis Caputo, quizás uno de los más interesados en el cuidado de la relación financiera y comercial con China.
China espera por las represas de Santa Cruz: ¿qué planea el Gobierno?
Además del swap de monedas por u$s5.000 millones que el gobierno de Xi Jinping renovó en junio pasado (y debería volver a renovar en 2025) en la agenda de Milei con China también aparece el tema de las numerosas inversiones que el gigante asiático tiene en el país, entre las cuales se destaca la de las represas Jorge Cépernic y Néstor Kirchner en Santa Cruz.
Las obras, que tienen una participación central del consorcio chino Gezhouba y son clave también para la provincia, están paralizadas desde diciembre pasado. La firma asiática está a la espera de que se destrabe la adenda al contrato bilateral para las obras, donde se corrigen términos y plazos del proyecto y se activa un desembolso por alrededor de u$s800 millones.
Ahora, en la Casa Rosada señalan que esa adenda se incluirá en el Presupuesto 2025 «para reanudar las obras de las represas», según supo iProfesional. Este paso burocrático sería otro factor de alivio para la relación bilateral y también para la discusión política local.
Días atrás, Gezhouba envió una comitiva que recorrió el lugar y se reunió con representantes provinciales de la UOCRA. Tras ese encuentro, el gremio dejó trascender la posibilidad de que se abandone totalmente el proyecto y se declaró en estado de «alerta» por los puestos de trabajo que estarían en peligro.
En el Gobierno no tardaron en bajarle el tono a esa advertencia, pero el eventual avance en el trámite que esperan los chinos y que permitiría reactivar las obras en las represas sería algo mucho más contundente para ahuyentar versiones.
De esta forma, el gobierno de Javier Milei empieza a ensayar gestos de una mayor distensión en el vínculo con China, con la mirada puesta en el complejo frente financiero del país y en las inversiones comerciales, y nuevamente con la poderosa Karina Milei en un rol central.