Hay publicaciones que nacen como ríos interiores. No para ser torrentes de novedad, sino para anidar en la hondura de lo que somos. «Vivencias correntinas» celebra otro año de vida, y lo hace -como quien sabe de signos- en el mismo abril en que Corrientes cumple su fundación. No es casual: hay fechas que se eligen, y otras que se revelan.
Desde su nacimiento, el 3 de abril de 2023, esta publicación se ha abierto paso como una voz coral del nordeste argentino. Fue fundada por Gustavo Adolfo Ojeda y quien escribe, con el impulso compartido de registrar el alma viva del pueblo, con sus músicas, sus letras, sus cuerpos y sus fuegos.
Aquella primera edición, humilde y decidida, se imprimía como semanario, conteniendo la fuerza de lo que está por crecer. Un año más tarde, ya en abril de 2024, «Vivencias correntinas» se convirtió en una revista de 24 páginas en papel diario, ampliando su vuelo, ensanchando sus orillas.
No tardó en llegar el reconocimiento. El honorable Concejo Deliberante de Corrientes declaró de interés cultural esta revista nacida del barro y del verbo, de la nostalgia y del porvenir. No era solo una distinción institucional, sino un abrazo de la ciudad a una de sus hijas editoriales.
Hoy, con su distribución digital, la revista alcanza a nuevas lectoras y lectores. El Litoral se expande por redes invisibles, tocando corazones que quizás no han pisado nunca estas tierras, pero que pueden reconocerse en sus relatos, en sus silencios, en sus luchas.
Más que una revista, «Vivencias correntinas» es un territorio simbólico. Un lugar donde el arte y la palabra se cruzan con la memoria y el deseo. Por eso no extraña que cada edición esté tejida también por concursos, certámenes y encuentros. Porque la cultura no sólo se conserva: se comparte.
Entre estas iniciativas, el certamen literario en homenaje a Velar de Gaúna -lanzado en febrero de 2025- representa una ofrenda luminosa a la escritura con alma de mujer. Los trabajos ganadores se publicarán en la edición de junio, como quien siembra para la cosecha.
Pero hay más. Cada año, «Vivencias correntinas» entrega el Premio Pedro Sombra, en honor a Pedro Ramón Paniagua, coreógrafo y bailarín que danzó con el fuego del arte por escenarios de toda la patria. El premio no solo consagra trayectorias: las visibiliza y las abraza.
En 2024, esa distinción alcanzó a cinco figuras internacionales, entre ellas Loly Fiorini y Manuel Núñez Camelino. El arte no tiene fronteras, pero sí tiene raíces. Y este premio, con nombre de danza y sombra, reconoce a quienes honran su linaje.
La vocación de la revista no se detiene en los márgenes del río Paraná. En enero de 2025, Gustavo Ojeda llevó ejemplares de «Vivencias correntinas» hasta el Vaticano. Fue una peregrinación literaria, un gesto de fe cultural, un viaje con olor a lapacho y papel.
La literatura correntina -esa que habla en guaraní, en castellano y en música- tocó las manos del mundo. En cada ejemplar entregado, iba también un pedazo de la ciudad, de sus fundaciones simbólicas, de sus esperanzas sin fecha de vencimiento.
Hoy «Vivencias correntinas» celebra junto a un festejo editorial, un canto colectivo a Corrientes, a su fundación histórica y a su presente cultural. Una ciudad no se mide solo por sus edificios o sus calles, sino por los relatos que sabe contar, por los sueños que sabe editar.
La revista cumple otro año y se proyecta hacia el futuro con la fuerza de lo que tiene raíz. Su misión no es la de informar solamente, sino la de formar: formar lectores sensibles, artistas valientes, custodios de la belleza.
Así seguimos, como un río que no se agota, como un texto que no termina. Porque la Corrientes que nace en cada abril también nace en cada edición. Y mientras haya palabra, habrá memoria. Y mientras haya memoria, habrá futuro.
«Vivencias…», revista independiente que conecta generaciones
En el marco de las actividades programadas por el Mes de Corrientes, el viernes 4 se llevó adelante la presentación oficial de la revista cultural «Vivencias correntinas». El evento se desarrolló en la Casa Molinas, una casona emblemática ubicada en la calle Carlos Pellegrini 937, y reunió a referentes del ámbito literario, artístico y periodístico de la provincia.
La elección de la Casa Molinas como sede del encuentro no fue casual: se trata de un espacio de valor patrimonial que funciona como punto de encuentro para diversas expresiones culturales de la ciudad.
En esta oportunidad, sirvió como escenario para el lanzamiento de una publicación que busca documentar y difundir la riqueza cultural del litoral.
La presentación se dio en un clima de intercambio y reflexión, donde los protagonistas compartieron sus experiencias y visiones sobre el rol de la cultura en la construcción de identidad regional. El público, integrado por escritores, docentes, artistas y vecinos, participó activamente del evento.
La actividad se enmarcó también en las acciones impulsadas por Corrientes, que recientemente declaró a «Vivencias correntinas» de interés cultural, reconociendo su aporte a la preservación del patrimonio inmaterial de la provincia.
UNA PUBLICACIÓN COMPROMETIDA CON LA IDENTIDAD REGIONAL
La revista fue presentada por el escritor y presidente de la Sociedad Argentina de Escritores (Sade) filial Corrientes, Avelino Núñez, junto a los periodistas y editores Gustavo Adolfo Ojeda y Facundo Sagardoy.
Durante su intervención, Avelino Núñez destacó que «es fundamental generar espacios que visibilicen las voces de escritores, artistas y gestores culturales». Además, rindió homenaje a la figura de los ex combatientes de Malvinas y del general Don José de San Martín.
Por su parte, Ojeda puso énfasis en el carácter participativo y federal del proyecto: «‘Vivencias correntinas’ es un medio hecho con amor y compromiso, que busca tender puentes entre generaciones y territorios», sostuvo el editor, quien también forma parte del equipo de diseño y producción.
EL ROL DEL PERIODISMO CULTURAL EN LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL
Sagardoy, periodista y editor de la revista, resaltó la función social del periodismo cultural. En su intervención señaló que «el periodismo cultural tiene la responsabilidad de narrar lo que somos, desde nuestras fiestas hasta nuestras ausencias, desde nuestras memorias hasta nuestros sueños».
Con estas palabras, aludió al poder del relato como forma de transmisión de identidad y memoria colectiva, en especial en territorios donde las expresiones culturales suelen quedar marginadas de los grandes medios.
Asimismo, señaló que el trabajo editorial detrás de cada número es producto de un compromiso sostenido con el arte y la comunidad.
Los organizadores explicaron que el contenido de la revista se construye con el aporte de colaboradores de distintos puntos de la provincia, y que se busca integrar voces provenientes de contextos urbanos y rurales, de diversas edades y trayectorias.