Es el partido que todos quieren jugar. La gran final de la Champions League será este sábado entre Paris Saint Germain y el Inter de Lautaro Martínez. Luis Enrique, entrenador del conjunto parisino, habló ante la prensa en el Allianz Arena de Múnich, escenario elegido para albergar la cita. El español dejó sus sensaciones del encuentro, analizó al rival y más…
Esta será la segunda final de la Orejona para PSG desde la llegada del grupo inversor qatarí. El mismo se puso como gran objetivo conseguir dicho trofeo y llegaron a desembolsar cifras impresionantes en refuerzos para conseguirlo (trajeron a Messi y Neymar, por ejemplo), pero no les alcanzó.
Sobre esto último, el deté dijo: «Mi mayor motivación es hacer historia en París. Sería increíble darle un éxito a la ciudad, al país… Ser los primeros tiene algo de especial. Me siento afortunado, pero mañana daremos todo y más para dar una alegría a la afición«.
A su vez, confesó que están listos para cualquier posible escenario que se presente durante el juego. «Es una final. El resultado condiciona la actitud, pero nosotros estamos preparados. Llevaremos el partido a lo que somos mejores», dijo. Sumado a esto, mencionó: «Puede que el Inter tenga más presión o nosotros. Es difícil predecir. Puede ser una ventaja que hemos jugado ya varias finales previas, incluso en este estadio. No tenemos ningún miedo, vamos a salir a mostrar nuestras mejores armas».
Luis Enrique durante el último entrenamiento de PSG de cara a la final. (EFE)
Luis Enrique y la confianza plena en su equipo
El entrenador hizo un breve repaso acerca del camino que tuvo su equipo hasta la final, en el cual dejaron en el camino a tres equipos ingleses al hilo. «Espero que sea un partido que quede en la memoria. Si pensamos en el nivel de la Premier, ganar, porque hemos ganado a muchos equipos ingleses, no ha sido fácil, pero al mismo tiempo pudimos jugar nuestro fútbol. Mañana será igual. Estamos preparados», detalló.
«Tengo una de las mejores plantillas de Europa, nuestras gestiones tienen sólo un objetivo: aunar esfuerzos para el bien colectivo. Es importante tener personalidad para llevarlo a cabo. A veces generas controversia, pero es el trabajo del entrenador. Tomar decisiones todo el rato, pero, a lo largo de mi carrera, me siento a gusto con las decisiones que he tomado», detalló.
Del mismo modo, recordó la última final de Champions en la que estuvo como entrenador. En 2015 con el Barcelona, ante la Juventus de Tévez en Berlín, partido que terminó ganando 3-1: «Contra otro equipo italiano. Lo vivo con la tranquilidad que te da ser 10 años mayor, tener 10 años más de experiencia e intentando transmitir la bonita oportunidad que tenemos de hacer historia. Podemos hacer algo que no ha hecho nadie en el PSG. Hoy me ha encantado el entrenamiento. Estamos preparados. Queremos que se vea una bonita final y, por supuesto, intentar ganarla».
Luis Enrique se mostró optimista para conseguir la Orejona. (EFE)
El análisis del Inter
Luis Enrique brindó detalles acerca de cómo ve al Neroazzurro, su rival de la final. Lo elogió mencionando que «es un equipo muy trabajado. Muy completo«. Siguiendo la línea, afirmó que no le cambia mucho el hecho de que sea un rival italiano el que les toca enfrentar en la final: «No he tenido que adaptarme a otra cultura porque el fútbol es universal. Cada equipo hace cosas diferentes. Nos hemos enfrentado al Brest y luego ingleses, ahora un italiano. Todos conocemos su espíritu competitivo».
El equipo de Inzaghi presenta un desafío nuevo para el PSG. A diferencia de sus rivales anteriores en Champions, el Neroazzurro propone un ataque con dos centrodelanteros: Lautaro Martínez y Marcus Thuram. Fiel a su estilo, Luis Enrique no dejó escapar este detalle: «Cambia algo, claro. Hay que estar atento, pero no vamos a cambiar ni nuestra manera de atacar ni de defender. En ciertas ocasiones, eso sí, habrá que estar más atento«.
Por último, cerró su opinión acerca del rival con una reflexión sobre su estilo de juego: «La gran dificultad es sencilla. Cuando un equipo se repliega hay poco espacio y mucha densidad de jugadores, pero esa es la fase que mejor conocen mis equipos desde siempre. ¿Cuál es el problema? Que el Inter tiene grandes individualidades defensivas y ofensivas. Todo puede cambiar con un gol. Hay que adaptarse a la final. Yo soy optimista».
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