Desde este domingo, el precio del combustible de YPF volverán a incrementarse en todo el país. La suba, que ronda entre $10 y $14 por litro, equivale a un alza promedio del 1% y responde a un ajuste parcial en los impuestos a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), dispuesto por el Gobierno nacional.
El nuevo aumento impacta directamente en los surtidores y, por ende, en el bolsillo de los consumidores. Se espera que, en los próximos días, las demás compañías del sector repliquen la medida con incrementos de magnitud similar.
La petrolera de mayoría estatal había aplicado a comienzos de mayo una baja promedio del 4%, impulsada por la caída del precio internacional del crudo.
Sin embargo, a mediados de ese mes corrigió levemente los valores con una suba de entre 0,2% y 0,46% para compensar el aumento en el precio de los biocombustibles, también determinado por el Ejecutivo.
La decisión de aplicar ahora una nueva actualización se conoció tras la resolución oficial de postergar parcialmente el ajuste pleno del ICL e IDC, que debía aplicarse en junio.
Según estimaciones de la consultora Economía y Energía, al limitar el incremento impositivo a solo un 1%, el Gobierno resignó ingresos por más de 200 millones de dólares mensuales.