A dos años y medio del secuestro y asesinato del joven en el Valle de Traslasierra, el Tribunal Oral Federal N°3 de Córdoba dictó la sentencia y condenó a prisión perpetua a Walter Gil, el autor material del crimen de Santiago Aguilera tenía 18 años cuando fue secuestrado en agosto 2022 y luego de una intensa búsqueda, la Policía halló su cuerpo sin vida en una zona rural de Villa Dolores.
Gil fue detenido en el 2024 y llegó al juicio imputado como el principal responsable del crimen. El hombre era empleado en el corralón familiar y amigo de la víctima.
La investigación determinó que el ahora condenado buscó a Santiago en su auto con la excusa de «salir a tomar algo» y luego lo mantuvo encerrado mientras solicitaba una recompensa bajo amenazas de asesinarlo. Finalmente, el joven fue asesinado y su cuerpo fue hallado cerca de la Boca del Río. La autopsia reveló que el adolescente fue torturado. El chico tenía lesiones, las cuales fueron provocadas entre 48 y 72 horas antes del fallecimiento.
Carlos Aguilera, padre de la víctima, habló con Cadena 3 tras conocerse el fallo. «Sin lugar a dudas, es un poco de alivio ante tanto dolor. Era lo que la familia esperaba y nos deja conformes en el caso de Gil«.
El papá de Santiago describió el engaño sufrido por su hijo: «Walter Gil se ganó la confianza de Santiago, lo convenció para salir esa noche. Me imagino a mi hijo, pobrecito, yendo inocentemente en ese vehículo hasta un lugar oscuro donde lo secuestraron y lo cagaron a trompadas para quitarle el teléfono. No entendía que la persona a la que le había dado trabajo, a la que había llevado a su casa, lo estaba traicionando. Para ese traidor, la perpetua está perfecta», expresó.
El caso, que resonó profundamente, aún no está cerrado para la familia Aguilera. Carlos señaló que este es «el primer paso» en la búsqueda de justicia, ya que hay cuatro imputados más en la causa.
«No conocemos realmente los motivos de los que están detenidos y creemos que en Traslasierra hay más gente que está en libertad», afirmó, dejando abierta la posibilidad de que otros responsables estén aún sin identificar.
Mientras estuvo desaparecido, entre el 16 y el 20 de agosto, la familia Aguilera hizo la denuncia por averiguación de paradero y la Policía detuvo a Gil. Lograron capturarlo al descubrir que horas antes había mantenido una conversación telefónica con la víctima. “Santiago estaba en un lugar que Gil no develó, porque no lo interrogaron”, explicó Dragotto.
“El fiscal lo imputó por secuestro extorsivo y le intentó tomar declaración diciéndole que si daba el dato de dónde lo tenía, podían atenuar su situación. Pero dijo que no podía interrogarlo, que lo podía hacer recién el lunes como imputado», precisó.
En abril de 2023, detuvieron a Ramírez, el segundo acusado. La investigación determinó que la cuenta de Gmail de Aguilera se abrió en un celular que estaba en la casa de él.
Al mismo tiempo, establecieron que era quien le enviaba los mensajes a la familia para exigirle $7 millones y entregarlo. Por ese motivo, recibió una pena de cuatro años de prisión por encubrimiento, y resultó absuelto del delito de secuestro seguido de muerte.
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