A pocos días del fallo definitivo de la Corte Suprema, Cristina Fernández de Kirchnercomenzó a cumplir su condena de seis años de prisión en la modalidad domiciliaria, en su departamento ubicado sobre la calle San José, en el barrio porteño de Monserrat.
La medida, que incluye la utilización obligatoria de una tobillera electrónica, fue confirmada por las autoridades judiciales y generó amplio interés público.
En este contexto se revelaron detalles clave sobre el dispositivo que deberá portar la expresidenta durante toda su condena. Se explicó paso a paso cómo funciona el sistema de monitoreo electrónico que estará a cargo del Servicio Penitenciario Federal.
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La tobillera electrónica se conecta con un pequeño dispositivo que funciona como un celular, al que estará vinculado el nombre de la expresidente. Ambos deben permanecer juntos: si se separan más de cinco metros, se activa una alarma automática que es reportada en tiempo real al Ministerio de Seguridad de la Nación dando aviso de la irregularidad.
La instalación del dispositivo está a cargo de personal especializado, que debe presentarse en el domicilio para colocar la tobillera y brindar las instrucciones de uso necesarias. El objetivo es evitar cualquier mal funcionamiento o manipulación indebida.
En la parte interna, la tobillera cuenta con sensores que permanecen en contacto directo con la piel. Este sistema verifica permanentemente que la persona esté portando el dispositivo, y activa un circuito cerrado en el momento en que se coloca. A partir de allí, comienza el monitoreo las 24 horas del día.
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Además del rastreo por proximidad, la tobillera emite señales periódicas al dispositivo base, que debe estar siempre dentro del rango permitido. Cualquier intento de violar este límite geográfico es detectado de inmediato por el sistema de seguridad.
Cristina Kirchner cumplirá su condena en prisión domiciliaria con tobillera
La Justicia argentina resolvió este martes que Cristina Fernández de Kirchner cumpla su condena de seis años de prisión en su domicilio, luego de que la Corte Suprema ratificara la sentencia por la causa “Vialidad”. La exmandataria permanecerá en su departamento de la calle San José 1.111, en el barrio porteño de Monserrat, donde deberá cumplir una serie de medidas de control establecidas por el tribunal.
La decisión fue tomada por el Tribunal Oral Federal N.º 2, que aceptó el pedido de la defensa de Kirchner para no ser trasladada al penal de Ezeiza, evitando así su comparecencia este miércoles en los tribunales de Comodoro Py.
Según informaron fuentes judiciales a Infobae, una de las condiciones principales impuestas es la utilización de una tobillera electrónica, que será instalada por la Dirección de Asistencia a Personas Bajo Vigilancia Electrónica, dependiente del Ministerio de Seguridad de la Nación.
En la resolución se ordena de forma explícita: “Ordenar la colocación de un dispositivo de vigilancia electrónico”, lo cual permitirá el monitoreo permanente de su ubicación.
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Además del uso del dispositivo, la expresidente tendrá restricciones en cuanto a las visitas y movimientos dentro del domicilio. Si bien aún no se detalló públicamente el régimen de visitas autorizado, se espera que se limite el ingreso al inmueble a familiares directos y a un grupo reducido de allegados, según lineamientos de seguridad establecidos.
La decisión del tribunal llega una semana después de que la Corte Suprema dejara firme la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por su rol en la causa Vialidad, que investigó el direccionamiento de obras públicas en Santa Cruz durante su gobierno.
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Con esta resolución, Cristina Kirchner evita el cumplimiento de pena en un establecimiento penitenciario federal, al menos en esta primera etapa, aunque la medida no modifica el carácter de su condena penal. Su situación será monitoreada de forma regular por la Justicia y podría modificarse si se detectaran incumplimientos.
Mientras tanto, desde el entorno de la ex vicepresidente no se emitieron declaraciones públicas tras conocerse la medida. En tanto, sectores del oficialismo analizan movilizaciones para acompañar simbólicamente a CFK, mientras que desde la oposición reclamaron que la prisión domiciliaria no implique “ningún privilegio político”.