Con el malhumor social en alza, crece el desgaste de la gestión Milei

El termómetro social en la Argentina marca alerta. De acuerdo al último informe de la consultora Delfos, el malhumor social vuelve a ocupar el centro de la escena política: más del 60% de los argentinos manifiesta malestar con la situación general del país, mientras que la imagen negativa de la gestión del gobierno nacional supera otra vez el 50%, revirtiendo la leve mejora registrada en mayo. A medida que avanza el primer semestre del año, se consolida un clima de insatisfacción creciente, signado por la incertidumbre económica, la crisis de representación y una fuerte polarización social.

La investigación —basada en encuestas a más de tres mil personas— muestra que la desaprobación de la gestión presidencial alcanza el 55%, con una tendencia en ascenso. El dato contrasta con la expectativa generada durante los primeros meses del gobierno de Javier Milei y expone una erosión en la confianza de sectores que, incluso con reservas, apostaban por el experimento libertario.

Córdoba: dos nuevas detenciones por estafas millonarias contra Apross

El deterioro no se limita a la valoración general del gobierno. También se refleja en el plano personal: un 52% de los encuestados afirma que su situación económica empeoró en lo que va del año, y la misma proporción cree que el país seguirá ese camino. En tanto, el 46% señala que sus ingresos ya no alcanzan para cubrir sus necesidades, acercándose al pico crítico de abril.

El resultado: un campo fértil para el malestar transversal, que se expresa tanto en el nivel microeconómico como en la percepción del rumbo nacional.

El ajuste sin anestesia

Uno de los ejes centrales del estudio es el impacto del plan económico del oficialismo. Si bien la baja de la inflación y la estabilidad cambiaria en el mercado paralelo son reconocidas como logros parciales, no alcanzan para modificar el humor social. Según Delfos, “los logros económicos no fueron más fuertes que la situación política del país”, y el ajuste que aplica el gobierno “sin tiempos”, como lo presenta el propio Milei, genera efectos sociales negativos que presionan sobre la gobernabilidad.

En ese marco, las críticas más reiteradas no apuntan solamente al rumbo económico sino también al estilo de conducción: la falta de sensibilidad social, el carácter confrontativo del presidente y su alineamiento con sectores de poder son los puntos más cuestionados. Milei conserva aún un capital político que lo mantiene como figura dominante en la escena electoral, pero la confianza en su figura cayó nuevamente respecto a mayo y profundiza su saldo negativo.

Desafección, bronca y polarización

El trabajo de Delfos confirma también un patrón emocional que atraviesa a la opinión pública: la polarización no cede, pero deja lugar a una desafección cada vez más extendida. Los comentarios espontáneos recabados en la encuesta reflejan “un país emocionalmente fracturado”, donde Milei despierta adhesiones esperanzadas y rechazos viscerales a partes iguales.

De hecho, en las calificaciones negativas al presidente, destacan conceptos como “inútil”, “violento”, “desequilibrado” y “mentiroso”, mientras que quienes lo aprueban ponderan su honestidad, su frontalidad y su “capacidad para cumplir lo prometido”.

En cuanto a los principales problemas señalados por la ciudadanía, la corrupción sistémica (15%), la pérdida del poder adquisitivo, la inseguridad y la pobreza aparecen al tope del ranking. El ajuste fiscal, por sí solo, ya no alcanza como explicación ni como solución. “Hoy, el resultado que se demanda no es sólo bajar la inflación: también es llegar a fin de mes”, sintetiza el informe.

La condena a CFK y la centralidad electoral

El estudio también mide el impacto político de la reciente condena judicial a Cristina Fernández de Kirchner. Si bien el fallo la inhabilita a ser candidata, la expresidenta conserva una fuerte centralidad y continúa siendo la principal referencia opositora, seguida por Axel Kicillof. Según Delfos, el “efecto CFK” activó nuevamente la grieta, generando una reacción más emocional que racional y reforzando la identidad del núcleo duro kirchnerista.

Con disidencia de autoconvocados, Judiciales aceptó la propuesta de equiparación gradual del TSJ

Electoralmente, se consolida el escenario de polarización entre La Libertad Avanza y Unión por la Patria, con ambas fuerzas en torno al 35%-40% de intención de voto. En ese esquema, el oficialismo mantiene una ventaja de cinco puntos, pero también aparece una oportunidad para figuras ubicadas “en el medio de la grieta”, como el exgobernador Juan Schiaretti, que empieza a crecer levemente entre quienes buscan una opción fuera del clivaje tradicional.

Clima tenso y “sin garantías”

El informe de Delfos pinta un cuadro de malhumor social profundo, extendido y volátil. El gobierno de Milei todavía conserva el control del tablero político, pero su vínculo con la sociedad muestra señales de desgaste. El ajuste, la dureza discursiva y la confrontación permanente le han servido para consolidarse como expresión de una nueva derecha antisistema. Sin embargo, esos mismos factores podrían volverse en su contra si no se tradujeran en mejoras concretas en la vida cotidiana de los argentinos, destaca el estudio.

En definitiva, el malestar crece y el humor social se enrarece. La política argentina transita una zona de turbulencia, donde la legitimidad electoral ya no alcanza y el futuro inmediato depende —más que nunca— de resultados tangibles, sensibilidad y capacidad de contención.

Más Noticias

Noticias
Relacionadas

La guerra no es por aranceles sino por innovación, Qué podemos hacer?

La guerra de aranceles que conmueve al...

Cómo se clasifica River a octavos del Mundial de Clubes?

22/06/2025 00:00hs. Actualizado al 22/06/2025 00:40hs.River (4) tuvo la...

El gobierno de Javier Milei presentó la Ley de Principio de Inocencia Fiscal

En plena campaa, el gobierno de Javier Milei,...