El gobierno de Carlos Sadir continúa con imposiciones salariales que no están a la altura de la perdida del poder adquisitivo de los últimos años. Por esa razón, el sector de educación, uno de los más afectados dispuso medidas de fuerza. El paro de 72 horas, que inicia este martes, incluye diversas actividades: una marcha al Ministerio de Educación el martes, una visita a San Pedro el miércoles y una movilización general el jueves junto a otros gremios.
«El docente quiere estar en el aula, pero también quiere ser reconocido en su tarea y tener un aumento salarial acorde a las necesidades más básicas y elementales. Uno trabaja para vivir, no para sobrevivir», sentenció Sosa.
Salarios en negro y una estructura «descompuesta»
Sosa denunció que los aumentos salariales anunciados por el gobierno son insuficientes, y que se traducen en sumas de entre $5.000 y $10.000 pesos mensuales. La situación se agrava con el alto porcentaje del salario que se paga en negro. La vocera del CEDEMS detalló que el 70% de los ingresos de un docente provienen de ítems adicionales que no se computan por cargo, sino por persona.
«Cuando nos dicen que el piso salarial es el más alto del NOA, que ahora está en $730.000, en realidad, para un docente que busca más horas, está trabajando por $500.000 pesos, porque en el segundo cargo no cobra los adicionales», explicó. Esta falta de reconocimiento en los dos cargos, sumada a la precarización del salario en blanco, afecta directamente los aportes a la obra social y a los sindicatos, y genera un profundo temor en el sector por la «ley de regímenes especiales».
Logros a base de «sacrificios» y una burocracia paralizante
La docente destacó que cada mejora salarial es producto de una ardua lucha y no de una política de gobierno. Puso como ejemplo el ítem «Frente al Alumno», un adicional que se logró tras 11 días de huelga y los consiguientes descuentos salariales. «Si finalmente lo entregan es porque sí se podía otorgar. ¿No se podría haber solucionado antes?», cuestionó. Esta misma situación se repitió con los preceptores, que tuvieron que tomar medidas de fuerza para que finalmente se les reconociera este ítem.
Más allá de lo salarial, Sosa presentó una lista de 16 peticiones no resueltas que se arrastran desde hace años. Entre ellas, se destacan:
- Homologación de títulos para docentes de escuelas artísticas.
- Creación de cargos vitales en el Ministerio de Educación, como el de supervisores, que la actual gestión no ha cubierto.
- Agilización en las resoluciones de las denuncias en la Junta de Disciplina.
- Urgente protocolo de protección para los docentes ante agresiones de las familias, una problemática que, según afirmó, se ha vuelto «abundante».
- Igualdad de pago por zona entre los distintos niveles educativos, ya que hay casos en que dos escuelas en el mismo lugar tienen porcentajes de zona dispares.
- Politización y falta de liderazgo
La referente de CEDEMS lamentó que las autoridades «politicen» el reclamo, acusando a la dirigencia sindical de tener intereses personales. «Es política la decisión de no atender estos reclamos, y se responde con política sindical», afirmó.
Asimismo, cuestionó la supuesta «prioridad» que el gobierno dice dar a la educación, ya que considera que la ministra ha «perdido la lucha contra la burocracia». La demora en la designación de cargos, que se extiende hasta mayo, y la falta de cobertura de puestos clave en el Ministerio demuestran la ausencia de un liderazgo firme.
Embed – SOBREMESA 04-08-25Mercedes Sosa, Secr. Gral. de CEDEMS