Una crisis presupuestaria y salarial con raíces políticas profundas
Entre el 11 y el 17 de agosto, se desarrolla un paro docente y no docente en todas las universidades nacionales. Convocado por CONADU, CONADU Histórica, FEDUN y FATUN, este plan de lucha exige recomposición salarial, financiamiento institucional y garantías para el sistema científico y educativo nacional.
La situación es crítica: el presupuesto real para 2025 cayó un 9 % respecto a 2024 y acumula una pérdida del 32 % desde 2023, poniendo en riesgo el acceso, la calidad y la continuidad de la enseñanza y la investigación. la crisis salarial es insostenible: más del 60 % de los docentes universitarios no acceden a una canasta familiar con el salario actual, sin paritarias y con aumentos por decreto de apenas 1,3 %.
Una acción dispar
En Córdoba, el gremio local, en el ADIUC se decidió avanzar con fuerza: suspensión de los turnos exámenes, no inicio del segundo cuatrimestre y paros rotativos, con una un gran nivel de adhesión. Con esto, se comenzó a recuperar la iniciativa del conflicto desde sus propias bases. El jueves pasado protagonizó junto a los investigadores de CONICET el cierre de todos los accesos a Ciudad Universitaria durante mas de 3 horas.
En Entre Ríos, SITRADU motorizó el no inicio con un cese total de actividades contundente, incluyendo a no docentes, y logró que el segundo cuatrimestre no arranque en la UNER, sumado a acciones, como suelen hacer, con paneles y clases públicas. Denuncian salarios fuera de escala y una crisis presupuestaria extrema que amenaza con vaciar la universidad pública. Su secretaria general, Sofía Cáceres Sforza, señaló que “el acatamiento fue contundente” y atribuyó la crisis al modelo elitista que busca privatizar la educación pública.
En Rosario, COAD concretó adhesión total al paro nacional y anunció que las clases se suspenderán en todas las facultades de la ciudad. Además, impulsó acciones locales como “ruidazos” y encuentros federales de docentes, en consonancia con la perspectiva de un plan de lucha verdadero.
En la Universidad de Buenos Aires los gremios ADUBA, APUBA, FEDUBA y UTE-CTERA impulsaron un paro de 24 horas el 11 de agosto y en la semana realizaron clases públicas, radios abiertas y actividades de visibilización.
Durante la primera mitad año, la comunidad universitaria respondió con diferentes medidas denunciando la desfinanciación del sistema científico y educativo
¿Direcciones nacionales? ¿Dónde están?
Mientras las bases resisten y avanzan, las direcciones nacionales de los gremios se muestran diletantes, priorizando negociaciones formales y avanzando tímidamente sobre la “media sanción” en el Congreso, sin consolidar una estrategia conjunta con estudiantes o no docentes. Apuestan demasiado al quórum legislativo y el cabildeo, incluso divulgando “media sanción” como si fuera victoria, sin consolidar una articulación real con estudiantes ni no docentes. Mientras se preparan para desviar los reclamos hacia el proceso electoral. En ese vacío, el gobierno puede aprovechar para diluir la lucha y reforzar el modelo de educación privatizada.
Esa estrategia —por momentos timorata— no alcanza para parar el vaciamiento sistemático ni permite disputar el proyecto político hegemónico que impulsa el ajuste y la subordinación del Estado al capital financiero.
Necesitamos fortalecer la lucha con medidas contundentes que preparen el rechazo al casi seguro veto presidencial, que vendrá si la ley se aprueba en Senadores.
Construir desde abajo: Marcha Federal Universitaria real y transformadora
Ante la emergencia que vivimos desde Alternativa Univeritaria proponemos retomar el protagonismo mediante una estrategia nacional, participativa y continuada: Asambleas Inter claustros en cada universidad —docentes, no docentes y estudiantes— con un funcionamiento democrático y participativo.
Cronograma nacional de paros, que confluyan en una Marcha Federal unitaria con todos los sectores en lucha: Garrahan, CONICET, INTA, INTI, discapacidad, jubilados, que pueda derrotar los vetos presidenciales.
Clases públicas, radios abiertas y movilizaciones locales, con carteles, panfletos y acciones visibles.
Presentación conjunta de frentes de reivindicaciones: salario digno, financiamiento real vía una ley que actualice por IPC, becas estudiantiles y defensa de la ciencia y el CONICET.
La universidad pública se defiende desde abajo
Este conflicto no puede ser neutralizado por las vacilaciones de las direcciones nacionales. La universidad pública está en jaque y solo las bases organizadas y unificadas pueden sostenerla. Es momento de retomar el legado de lucha de la reforma universitaria: en unidad de claustros, en calles, con fuerza y con rumbo.
Es un conflicto que no puede entenderse en clave sectorial ni regional: es una pulseada por la educación pública nacional, la defensa de la educación pública superior y el derecho al conocimiento.
Que la próxima Marcha Federal sea el punto de inflexión para defender al sistema universitario nacional y construir un proyecto universitario emancipatorio inclusivo derrotando las políticas del gobierno de Milei, que ponga en pie la unidad de las luchas que necesita la clase trabajadora para enfrentar y dar por tierra este gobierno ajustador y ultraderechista.
Alternativa Universitaria