En un contexto de creciente preocupación por los episodios protagonizados por miembros de las fuerzas policiales, el psicólogo Rodrigo Aladzeme brindó una entrevista a Sobremesa donde abordó con crudeza y claridad la situación de la salud mental dentro de la policía. El excoordinador de Salud Mental del Hospital San Roque y actual referente del Programa de Violencia de la Secretaría de Salud Mental, llamó a romper el mito del «policía superhombre» y sostuvo que los uniformados «también son parte de la comunidad, con los mismos problemas que cualquier ciudadano».
“Muchas veces la sociedad los ve como robots que no sienten, pero son personas que también necesitan cuidado”, expresó Aladzeme, quien insistió en la necesidad de contar con gabinetes psicológicos internos, realizar seguimientos periódicos y, sobre todo, mantener una escucha activa dentro de la institución.
«La salud mental no es predecible ni lineal»
Durante la charla, el especialista explicó que si bien los agentes pasan por exámenes psicofísicos al ingresar, estos controles no son garantía de estabilidad a lo largo del tiempo. “Un policía puede estar en condiciones óptimas al momento de entrar, pero luego vivir una separación, una crisis económica o una situación traumática puede alterar su estado”, advirtió.
“Los seres humanos somos psicodinámicos. El perfil no es una línea recta”, agregó, y remarcó que ante cualquier alteración, es clave que el efectivo pueda acudir a los espacios de asistencia sin miedo a ser estigmatizado. “Tenemos que erradicar la idea de que pedir ayuda es de débiles”, sostuvo.
Consultado sobre el rol de la conducción policial en estas situaciones, Aladzeme fue claro: “Hoy veo una apertura mayor de los jefes respecto a la salud mental. Se está dejando atrás la vieja escuela de dureza, pero aún estamos en transición”. Destacó que muchos cuadros directivos actuales “han vivido en carne propia lo que es no ser escuchado” y, por lo tanto, muestran mayor disposición a implementar herramientas de prevención y contención emocional.
Aun así, reconoció que la demanda ha crecido de forma exponencial y que “los equipos son pocos”, aunque muy capacitados. “La salud mental está saturada. Necesitamos más profesionales, más inversión y, sobre todo, continuidad”, sentenció.
Consumo, colapsos y presión económica
Uno de los puntos más inquietantes de la entrevista fue el caso reciente de un comisario detenido por circular en una moto robada en estado de consumo problemático. Para Aladzeme, más allá del impacto institucional, el hecho habla de una situación de fondo: “¿Qué le estaba pasando a esa persona? ¿Por qué no pidió ayuda? ¿Nadie lo vio?”.
Además, explicó cómo la precarización y el desgaste económico contribuyen al deterioro psicológico. “Las crisis afectan la autoestima y generan colapsos. Si a eso le sumás un trabajo de alta exigencia como el policial, el combo puede ser explosivo”.
“La violencia se naturalizó”, reflexionó Aladzeme, al ser consultado sobre si considera que la sociedad está enferma. “La pérdida de asombro ante hechos violentos, la falta de empatía, el maltrato cotidiano… todo eso nos afecta mentalmente”, señaló. Y subrayó que los policías, lejos de estar exentos, están aún más expuestos: “Trabajan en entornos hostiles, con presión constante, y muchas veces sin herramientas emocionales”.
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Formación y prevención: claves para el futuro
El psicólogo resaltó la importancia de una formación integral desde el ingreso a las fuerzas. “No se puede pretender que un joven sin experiencia enfrente de inmediato la calle. Es como en medicina: primero haces residencia. Lo mismo debería pasar con los policías. Necesitan una curva de aprendizaje que los fortalezca”, explicó.
Finalmente, Aladzeme afirmó que la principal patología que se detecta en la provincia es el alcoholismo, y pidió que se destinen más recursos para trabajar de forma preventiva. “Las instituciones deben ofrecer herramientas, pero también cada persona tiene que responsabilizarse por su salud mental. El Estado no puede mirar para otro lado”.
Embed – SOBREMESA 16-09-25Lic. Rodrigo Aladzeme, Psicólogo (M.P. 284)