El analista internacional, Alberto Ruskolekier, desarrolló en Canal E el anuncio de un posible préstamo de Estados Unidos a Argentina y lo enmarcó dentro de la disputa geopolítica con China.
“En principio este préstamo en realidad es una ayuda muy fuerte, anunciada por el propio secretario del Tesoro en Estados Unidos, Scott Bessent, cuando dijo, vamos a hacer todo lo necesario para ayudar a la Argentina. Una declaración realmente inusual en el sentido que marca un apoyo total y absoluto con Argentina”, señaló Alberto Ruskolekier.
Cuál es el origen de estas ayudas por parte de Estados Unidos
Asimismo, recordó que este tipo de fondos tienen larga data: “Nace en el año 1934, cuando se crea ese fondo de estabilización de las monedas. El caso más resonante fue en 1995, un año después del efecto tequila. Clinton quiso ayudar, pasó una ley por el congreso, el congreso no apoyó y es por eso que Clinton decide utilizar ese fondo de estabilización”.
Ruskolekier afirmó que el préstamo a Argentina responde a un objetivo estratégico: “Esto expresa concretamente lo que entablamos muchas veces, esta pulseada geopolítica con China”.
Preocupación en Estados Unidos por la injerencia de China en Argentina
A su vez, explicó que, “Estados Unidos no está de acuerdo con el swap de 20.000 millones de dólares, están preocupados por la base que hay en Neuquén, la base espacial, y están preocupados también por la injerencia que está teniendo China en diferentes provincias. China proyecta corredores bioceánicos entre el Atlántico y el Pacífico, y también una proyección hacia el Ártico”.
Luego, el analista internacional manifestó que para Estados Unidos “la República Argentina representa mucho en términos de seguridad, con el terrorismo, representa una frontera marítima de 5.000 kilómetros. Las guerras del futuro van a ser celebradas desde el control del espacio, y China precisamente tiene en Neuquén un espacio de 200 kilómetros y 200 hectáreas que tiene tomadas”.
Ante la posibilidad de un quiebre con China, comentó: “La idea, primero que no va a ser posible, el acuerdo fue por 50 años, vamos a tener que aceptar que va a haber una convivencia entre un poco China, que ya lo tiene, y Estados Unidos, que se vio lateralizada de la importancia que tiene en América Latina”.