Un infierno disfrazado de templo.
Alicia, madre de una adolescente con discapacidad, denunció públicamente la pesadilla que vivió su hija: Abusos sexuales reiterados por parte de un profesor de música de la iglesia ‘Vida Abundante’.
Los hechos, perpetrados en el mismo lugar donde se predica la fe, fueron confirmados por peritajes médicos y la declaración de la víctima en cámara Gesell. Sin embargo, la justicia tucumana parece mirar para otro lado, permitiendo que el abusador siga libre y la iglesia encubra los hechos.
La madre asegura que la fiscal a cargo del caso minimizó el sufrimiento de su hija y que la institución religiosa no solo no brindó apoyo, sino que intentó silenciarla. Este caso no es aislado, ya que Alicia afirma que existen otras víctimas que temen hablar por miedo a las represalias.