Pamela Anderson, liberada del estigma de ser un ícono sexual, abraza su nueva vida a los 57 años sin maquillaje. Desfila con elegancia en las alfombras rojas de los principales festivales de cine con su última película, “The Last Showgirl”, que podría asegurarle una nominación en la temporada de premios.
Su transformación comenzó el año pasado con el lanzamiento de “Pamela: A Love Story” en Netflix, donde reveló su vida en Vancouver Island junto a sus hijos y padres. Anderson revisó sus diarios de infancia y los momentos íntimos con Tommy Lee, el baterista de Mötley Crüe con quien se casó rápidamente. También abordó el escándalo de su video íntimo filtrado en la dark web años atrás.
En enero de 2023, complementó su documental con “Love, Pamela”, sus memorias, y recientemente añadió “I Love you: Recipes from the Heart”, un libro de recetas vegetarianas. Pamela, quien encontró un nuevo camino como actriz lejos de su imagen de Baywatch de los años 90, se destacó en Broadway con su papel en “Chicago”.
Lejos de las presiones de la juventud, Anderson ahora elige usar maquillaje solo en ocasiones especiales, como un acto de empoderamiento personal. Su carrera ha evolucionado desde ser una Playmate hasta protagonizar papeles significativos en películas como “The Last Showgirl” de Gia Coppola, donde interpreta a Shelley, una veterana bailarina enfrentando el fin de su show en Las Vegas.
Elegida Mujer Global del Año por Glamour junto a Serena Williams, Pamela rechaza volver al pasado. “Al llegar a los 50, debes decidir entre perseguir la juventud o aceptarte como eres”, dijo a la revista. Disfruta del proceso de envejecimiento naturalmente, desafiando las expectativas de Hollywood y celebrando su nueva fase en la vida pública.
Fuente Clarin.-