Las cosechas atraviesa uno de los momentos más críticos en la región pampeana, donde las precipitaciones se han vuelto impredecibles, y escasean.
El agua es fundamental para la supervivencia de los ecosistemas y para la producción de alimentos, algo que impacta directamente en la calidad de vida de toda la población.
Sin embargo, la falta de agua no es el único problema que enfrenta el campo, sino que también se encendieron las alarmas por las cotorras y jabalíes, que generan grandes pérdidas en las cosechas de las regiones del interior productivo.
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En ese escenario, las cotorras se comen el maíz y los choclos que desaparecen en los surcos de los campos, debido a que no pueden adentrarse más en el interior de la vegetación, pero se comen las cosechas, y esto supone un problema para los productores.
A su vez, crecieron las denuncias por los ataques de los jabalíes que fueron declarado como «plaga imparable», en la provincia de Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Chaco, y Formosa, donde se registra un crecimiento acelerado de las poblaciones de especies exóticas invasoras.