En un emotivo acto realizado en la tarde del miércoles, el municipio de Presidencia Roque Sáenz Peña reconoció los 100 años de trayectoria de la empresa Casa Marrodán, declárandola Patrimonio Histórico y Cultural. La ceremonia, encabezada por el intendente Bruno Cipolini, tuvo lugar frente al tradicional local ubicado en la calle 12, entre 3 y 5 del centro de la ciudad.
El evento contó con la presencia de la familia Marrodán, incluyendo a María Teresa Balagueró, esposa de Eugenio Marrodán, y a sus hijos Laura, Carlos y Gustavo. También asistieron funcionarios municipales, concejales, familiares, amigos y clientes que acompañaron este significativo momento. Durante el acto, se descubrió una placa conmemorativa que formaliza el reconocimiento de la comunidad hacia esta empresa centenaria.
RECONOCIMIENTO A LA TRAYECTORIA CENTENARIA
María Teresa Balagueró tomó la palabra para expresar su gratitud al municipio por el acompañamiento y el reconocimiento recibido. En sus palabras, destacó el rol fundamental de los clientes que han sido parte del crecimiento y la permanencia de Casa Marrodán a lo largo de los años. Además, resaltó la perseverancia y el trabajo en equipo de la familia, que ha sabido mantener viva la esencia del comercio a través de varias generaciones.
Por su parte, el intendente Bruno Cipolini agradeció a la familia Marrodán por permitir que el municipio participe en los festejos del centenario y reconoció el impacto de la empresa en el desarrollo de la ciudad. «Hoy venimos en nombre de la actual gestión municipal y de las anteriores a reconocer a una empresa que, prácticamente, ha acompañado el crecimiento y desarrollo de Presidencia Roque Sáenz Peña. Venimos a reconocer a una empresa que a lo largo de los 100 años se ha transformado en sinónimo de excelencia comercial y continúa apostando a la ciudad. En representación de todo el equipo municipal, los felicitamos, los abrazamos y los instamos a seguir adelante», afirmó.
Un legado que
trasciende generaciones
Casa Marrodán fue fundada en 1924 por Don Eugenio Marrodán, un inmigrante español que comenzó con un pequeño comercio. Con el paso del tiempo, el negocio fue creciendo y se consolidó como un referente comercial en la ciudad. Posteriormente, la empresa pasó a manos de su hijo Eugenio y su esposa María Teresa Balagueró, también hija de inmigrantes españoles. Hoy, la tercera generación de la familia, representada por Laura, Carlos y Gustavo Marrodán, continúa con el legado, ofreciendo una amplia variedad de rubros que incluyen armería, camping, joyería, música e iluminación.
Este reconocimiento no solo celebra el centenario de la empresa, sino también su contribución al desarrollo económico y cultural de la región. Casa Marrodán se ha convertido en un símbolo de esfuerzo, perseverancia y compromiso con la comunidad, valores que la han mantenido vigente durante un siglo.