El ingeniero en Recursos Hídricos, Hugo Rohrmann, analizó la evolución de las lluvias y el estado de los ríos en la región. Destacó que septiembre y octubre registraron valores superiores al promedio histórico, pero advirtió que los pronósticos para los próximos meses prevén precipitaciones por debajo de lo normal.
El ingeniero en Recursos Hídricos Hugo Rohrmann se refirió en diálogo con CIUDAD TV a la situación hídrica de la provincia del Chaco y el noreste argentino, y analizó los pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y de los organismos de Brasil sobre el comportamiento de las lluvias y los ríos para los próximos meses.
“Septiembre y octubre, para la provincia del Chaco y el noreste del país, vinieron con muy buenas lluvias. En líneas generales llovió bastante más que el promedio histórico”, señaló Rohrmann. Agregó que “noviembre, en cambio, hasta ahora no registró lluvias muy grandes”.
El especialista explicó que “la perspectiva del Servicio Meteorológico Nacional para noviembre, diciembre y enero indica que las precipitaciones van a estar por debajo de lo normal”, aunque aclaró que no todos los pronósticos coinciden: “Si uno mira a Brasil, dice que las precipitaciones van a ser normales o un poco por encima de lo normal, o sea que hay una divergencia”.
Rohrmann recordó que “en septiembre y octubre el Servicio Meteorológico Argentino preveía lluvias normales o por debajo de lo normal, y terminó lloviendo más de lo esperado”, lo que —según dijo— “evidencia los problemas que tiene la perspectiva de lluvia hacia adelante en una zona de transición como el Chaco y el noreste argentino”.
En cuanto a la situación de los ríos, explicó que “en la cuenca del Iguazú y del Paraná, en Brasil, hubo precipitaciones importantes, a tal punto que el río Paraná en Corrientes y en Barranqueras recuperó los niveles normales, recuperó la memoria”.
De acuerdo con los registros, el ingeniero indicó que, “si el pronóstico de Brasil para lo que resta del año y enero se cumple, es dable esperar una normalización de los valores del río Paraná, que venían bastante deprimidos, por debajo de tres metros, dos metros o incluso un metro y medio en Barranqueras”.
Sobre el impacto del clima en el ámbito productivo, el especialista señaló que “hasta ahora viene muy bien el hecho de que septiembre ha llovido bastante y octubre, que marca el inicio de la temporada de lluvias, también”, aunque advirtió que “hacia el oeste de la provincia, desde Pampa del Infierno hacia Santiago del Estero, las lluvias del último mes fueron bastante pocas”.
Rohrmann explicó que esta variabilidad climática tiene un fuerte impacto sobre el sector: “En todas las campañas agrícolas, el productor chaqueño tira la moneda y dependiendo de las condiciones del clima, tiene suerte o no. Eso también es un sello de las características del clima del Chaco”.
Finalmente, sostuvo que “todos los vaivenes y las declaraciones de emergencia agropecuaria están relacionados con esta incertidumbre climática”. Sin embargo, consideró que “en líneas generales, septiembre y octubre arrancaron muy bien” y que habrá que esperar la próxima actualización del Servicio Meteorológico Nacional “para saber si se mantiene el pronóstico de precipitaciones por debajo de lo normal o si aparece una información parecida a la brasileña, con valores normales”.
